Resulta curioso lo poco que sabemos sobre el que es el principal mecanismo de seguridad de nuestra vivienda (sistemas de alarma aparte): las cerraduras. El conocimiento medio de la mayor parte de la población es que se pueden girar y que tienen un hueco para meter la llave, que es la que o bien, la cierra, o bien, la abre. Y la verdad es que con esta información, hablando en plata, no vamos a ningún lado. Por el bien de nuestra seguridad y para saber realmente lo que adquirimos en cada momento, deberíamos saber qué tipo de cerraduras existen y cuáles son las más adecuadas para nuestras necesidades. Por ello, en este post enumeraremos los distintos tipos de cierres que puedes encontrar en el mercado y repasaremos brevemente cuáles son sus características principales.

Estos son los cuatro tipos de cerraduras más esenciales

Podemos encontrar más de cuatro tipos, pero los principales modelos de cerraduras que encontrarás a tu alcance son los siguientes, ya que son los pertenecientes a las clases más comunes.

Cerraduras tubulares

Esta cerradura pertenece al tipo más convencional, de hecho, está presente en un gran número de puertas de toda clase. Sus principales ventajas son su precio, abierto a todos los bolsillos, y su resistencia. Es decir, en lo que se refiere a relación calidad/precio es de lo mejor que podemos encontrar.

Su característica principal es que cuenta con el sistema monobloc. Consiste básicamente en que el picaporte y la propia cerradura estén unidos en un mismo mecanismo.

Cerraduras empotradas

Vista de una cerradura empotrada

Las cerraduras empotradas son sin duda la mejor opción para puertas acorazadas. En este caso, cuentan con un mecanismo que abre la puerta a través de una manilla situada en la parte interior y que gracias a su activación, hace que el pestillo gire. Además, tiene un alto nivel de resistencia, capaz de bloquearse de forma automática incluso sin cerrar la llave.

Cerraduras sobrepuestas

En este caso, hablamos de un tipo de cierre más rudimentario, y son ideales para puertas que posean un grosor inferior a los cuatro centímetros. Es el modelo de cierre más común en puertas exteriores gracias a la excelente funcionalidad y comodidad que ofrecen, aunque su nivel de defensa no sea el más alto.

Cerraduras multipunto cilíndricas

Como su propio nombre indica, poseen un bombín en forma de cilindro, esto ofrece que las posibilidades de forzar la cerradura sean muy bajas. En este caso, hablamos de un modelo presente en inmuebles de todo tipo: viviendas, tiendas, etc. y son una gran alternativa a las cerraduras sobrepuestas.