¿A quien no se le ha ocurrido alguna vez poner un cerramiento en la terraza exterior de casa para hacerla más confortable? Es una decisión complicada pero que alberga muchos más «pros» que «contras» y en este artículo vamos a orientar a todas aquellas personas que se hayan decidido a instalar un cerramiento en su terraza pero no saben cual elegir.

1º ¿Qué terraza tengo y qué cerramientos puedo instalar?

El primer paso a la hora de instalar un cerramiento para terraza es tener muy claro que tipo de terraza tengo y cual es el mejor cerramiento para dicha terraza.

Existen varios tipos de terraza:

  • Alargadas
  • Cuadradas
  • Con techo de obra
  • Descubiertas por la parte superior
  • Ático

Una vez tenemos localizado bien nuestro tipo de terraza hay que elegir un cerramiento que se adapte a nuestro espacio.

Por ejemplo, en una terraza con forma cuadrada podemos permitirnos instalar ventanas abatibles, mientras en una terraza alargada y estrecha esto no es recomendable porque no permitirían el paso cuando están abiertas.

En una terraza sin techo a parte de los cierres clásicos laterales de cristal, tendremos que poner un techo fijo o móvil ya sea de cristal o de panel de sandwich que nos haga de soporte y completen el cierre de la estancia. Con un techo móvil y cortinas de cristal, podemos pasar de una terraza completamente cerrada a una terraza casi abierta tanto lateral como superiormente.

Y en un ático tendremos seguramente que regatear los impedimentos legales para hacer un cerramiento fijo y optar por una solución móvil. Por ejemplo con una pérgola bioclimática que cierre lateralmente con cortinas de cristal. Si vivimos en el ático de una comunidad de propietarios, solicitaremos permiso a los administradores de fincas que lleven la comunidad.

Imagen de una pérgola bioclimática.

2º ¿Qué cerramiento elijo?

Una vez tenemos claro que opciones podemos instalar y cuales no, hay que decidirse entre las diferentes opciones disponibles.

Aquí tenemos que tener en cuenta 4 factores:

  • Vistas desde la terraza. En este aspecto decir que si las vistas merecen la pena, teniendo vista despejada de edificios, vistas a la montaña o el mar, la opción recomendable es instalar unas cortinas de cristal que no tienen guías centrales y permiten una visión panorámica completa.
    Si las vistas no son el fuerte de la terraza, mejor optar por unos ventanales con estructura de PVC o aluminio. El PVC ofrece mejores propiedades aislantes mientras que el aluminio es más resistente al paso de los años.
  • Uso de la terraza. Si el uso de la terraza va a ser muy frecuente, integrando la terraza como parte de la casa, poner persianas es recomendable para regular la cantidad de luz que entra y la visibilidad que permitimos, a parte de mejorar la regulación de temperatura que tenemos por agentes externos.
  • Estética. Estéticamente lo más bonito son las cortinas de cristal, pero si esa opción no es posible una carpintería lacada en blanco, con ventanales lo más altos y anchos posible, mejoran mucho la estética del cerramiento. Las partes fijas facilitan la retirada del ventanal sobre todo para labores de limpieza, pero disminuyen la estética del cerramiento.
  • Presupuesto disponible. Y por supuesto, como con todo en la vida, debemos tener en cuenta el presupuesto que tenemos. Unas cortinas de cristal o una pérgola bioclimática son caras, en cambio un cierre sin persianas de PVC será mucho más económico. Es cuestión de pedir presupuestos y elegir el que se adapte a nuestro bolsillo.

Conclusión

A la hora de instalar un cerramiento en nuestra terraza debemos pensar muy bien que opción será la que nos convenga a la larga, ya que son elementos caros y que vamos a tener durante muchos años con nosotros. No hay que precipitarse, sobre todo cuando entramos a vivir a una nueva casa y no hemos probado realmente las necesidades que nos vamos a encontrar en la terraza: horas de sol, viento, temperatura, etc..

Si eliges bien el cerramiento para tu terraza, el uso y disfrute que harás de ésta, será una de las mejores alegrías que te proporcionará tu casa.