Levantarse por la mañana en pleno invierno y caminar descalzos por la casa y en manga corta es un lujo. Gracias a los beneficios de tener suelo radiante en casa, cada vez en más domicilios se disfruta de este bienestar. Además, en verano se puede disfrutar de climatización en frío con el mismo sistema. O lo que es lo mismo, 365 dias de agradable temperatura.
La búsqueda del confort en casa con una buena calefacción que además sea rentable, es lo que todos queremos para nuestra familia. Además, las instalaciones de suelo radiante se realizan cada vez más en empresas, locales, centros educativos, instalaciones deportivas, locales oficiales abiertos al público y en centros comerciales, lugares con mucho paso de gente donde la climatización deba permanecer estable y constantemente activa.
El suelo radiante significa que la climatización está bajo el pavimento, algo que evita colocar radiadores u otros aparatos. Y lo que estos elementos conllevan de robar espacio a las estancias, incomodidad a la hora de la limpieza, corrientes de aire, acumulación de polvo y gérmenes y además dificultan la decoración, obstaculizando o anulando zonas totalmente.
Es ideal acometer la instalación de suelo radiante en plena obra de la vivienda, local o superficies donde se realice porque conviene controlar los niveles del suelo, para lo cual hay que dejar las superficies libres de todo escombro. A continuación se prepara la superficie con una barrera de vapor, en la mayoría de los casos, que va adherida con cinta igualmente anti-vapor hasta una altura de unos 20 cms rodeando todo el perímetro de la superficie a tratar. Una vez preparada la zona perimetralmente, se procede a colocar las planchas moldeadas termoconformadas ensambladas unas a otras con un sistema de unión entre las placas, a ser posible sin bridas, a presión, ya que dan mejores resultados.
Dependiendo de los profesionales que realicen la instalación, las planchas aislantes o las capas de distintos aislantes serán una o varias y suelen ser de poliestireno. Y a continuación incorporan el tubo, que puede ser de varios materiales distintos pero últimamente da buenos resultados el polietileno reticulado. Suelen instalarse colectores de bronce o acero inoxidable con válvulas y detentores para cada circuito, ya que así se permite regular el caudal de agua y la temperatura de cada estancia.
Algunas empresas especialistas en este tipo de equipamientos para el suelo colocan cronotermostatos periódicos o regulables según preferencias para fijar la temperatura semanal y los fines de semana, por ejemplo, ya que dependiendo del uso que se dé a la vivienda o local, las necesidades de calor varían. Se instala una centralita de regulación y sondas para la impulsión de agua dependiendo de la temperatura exterior, así como caldera de gas o gasóleo, paneles solares de alto rendimiento o bombas de calor reversibles para refrigerar el suelo en verano. Estos serían los diferentes métodos de fuentes de energía con los que funciona la climatización por suelo radiante como hacen en http://www.safeclima.com/. Además de calderas eléctricas normales o de tarifa nocturna, energía geotérmica o calderas de carbón o leña. Todas ellas son aptas ya que se utiliza agua a baja temperatura.
Con el sistema de suelos radiantes se aíslan doblemente las viviendas y locales para evitar las pérdidas de aire normales de paredes, suelos y techos, con lo que se ahorra energéticamente y eso se nota al final en la factura de la energía. Teniendo en cuenta que para alcanzar el mismo nivel de confort que con otros sistemas de calefacción hace falta menos temperatura de agua, esto también constituye un ahorro aproximado del 15% y el ambiente es más saludable, mantenemos todo el espacio libre para decorar y evitamos pintar recurrentemente las paredes debido a la suciedad que generan los radiadores.
Este artículo ha sido clasificado en la categoría de equipamientos de Ireformas.es.
No Comment