“El mantenimiento no es un concepto nuevo, es un hábito perdido.”

Los Arquitectos en colaboración con sus colegios profesionales, están desarrollando textos técnicos y manuales, para desarrollar adecuadamente las funciones de técnico encargado del mantenimiento del edificio, así como concienciar al particular de la necesidad de mantener el mismo.

Este cuaderno se desarrolla en cuatro partes fundamentales:

¿cuáles son los conceptos básicos del mantenimiento?

Se concretan estos conceptos básicos en su aplicación a la edificación.

¿Cuáles son las normas a seguir?

Entendiendo por normas a la normativa de aplicación en cada caso. Siendo una normativa cambiante y en continua transición, mejorando y concretando puntos como la accesibilidad, la protección contra incendios, las mejoras en temas energéticos, salubridad, etc. Todo ello dentro del marco del uso residencial, que es el que desarrolla este cuaderno.

¿Cómo implantamos la gestión del mantenimiento?

La metodología de trabajo es a través de fichas. Es un instrumento sencillo a modo de lista de chequeo, que permite visitas al inmueble existente, más ágiles y permite plasmar los resultados de una manera gráfica y sencilla.

Siempre irán acompañadas de un buen reportaje fotográfico.

¿Qué conclusiones plasmaremos?

Esta última parte ha de contener el correspondiente Informe de Evaluación de Edificios (IEE), a través del cual se identificarán las mejoras más adecuadas para obtener una buena calificación energética así como la viabilidad de la misma mediante un estudio económico sencillo donde identificaremos la inversión a realizar, las ayudas obtenidas, en su caso, y el ahorro energético obtenido.

Esta gestión del mantenimiento, también evaluará a lo largo del tiempo, las intervenciones a realizar en cuanto a instalaciones obsoletas, y reparación de daños existentes y previsibles.

Es importante, disponer de un técnico conocedor de esta tipología de trabajo. Nos gusta llamarlo el Técnico Mantenedor.Watch Full Movie Online Streaming Online and Download

Debe saber identificar el estado en que se encuentra, que tipología constructiva dispone dependiendo de su edad, y las operaciones necesarias para su adecuada conservación.

Cuántas veces nos encontramos con edificios existentes a intervenir, donde todo falla: desprendimientos en fachada con peligro de cascotes a la vía pública, humedades varias, por filtraciones en cubierta, filtraciones por capilaridad en plantas bajas, instalaciones obsoletas, accesibilidad inexistente para personas con movilidad reducida, inexistencia de instalaciones contra el fuego….

Todo ello a intervenir de un solo golpe, no es viable para los propietarios en la mayoría de los casos, así que se convierte en un problema grave afectando a la ruina del edificio.

Un buen plan de intervención en el mantenimiento, permite hacer mejoras poco a poco, evaluadas y contrastadas, mediante una buena planificación y control.

Se eliminarán imprevistos y conseguiremos alargar la vida del edificio.

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