Mantener una buena limpieza del aire acondicionado es una tarea fundamental, no solo para conservar el buen estado del aparato y evitar problemas en su funcionamiento, sino también, y mucho más importante, para cuidar nuestra propia salud. El bienestar es la razón principal para mantener una buena higiene en nuestro sistema de climatización, pero no la única, y es que la economía es otro factor que nos afecta directamente. Y en este sentido, realizar limpiezas del aire acondicionado de forma regular es una gran forma de ahorrar, de esta forma, evitaremos mayores desembolsos en arreglos o reparaciones, ya que este tipo de máquinas pueden ser muy sensibles a la suciedad, en concreto, al polvo.

Cada cuánto debo limpiar el aire acondicionado y otras preguntas

Limpiar el aire acondicionado es un proceso que conlleva cierta atención para realizar la tarea de una manera correcta y también, eficaz. Para ello, el mejor método para lavar este tipo de aparatos es dividir y centrarnos de forma específica en cada parte de la máquina. Puede parecer algo tedioso, pero con que lo hagas cuatro veces al año (dos si solo lo utilizas en verano), será suficiente.

Entrando más en materia, el único consejo útil es ir paso a paso, pero para que sepas qué es realmente lo que debes hacer y sobre todo, cómo lo debes hacer, aquí te diseccionamos el proceso en forma de instrucciones, que te servirán de guía ante cualquier duda.

1- Limpieza de filtros, ¿cómo hacerla?

Antes que nada, muy importante, es necesario desconectar el aire acondicionado de la red eléctrica para evitar cualquier peligro. Lo primero que nos encontramos al levantar la tapa frontal en el 99% de los aparatos son los filtros. Sácalos de su ubicación con cuidado para no dañar cualquier parte del tejido que deteriore el funcionamiento, y pasa el aspirador para recoger el polvo que se suele acumular por esa zona.

Una vez los tengas fuera, enjuágalos con agua templada, y no utilices ningún producto abrasivo. En el caso de que estén muy sucios o grasientos, puedes meterlos en el lavavajillas para una limpieza más efectiva. Una vez limpios, es muy recomendable desinfectarlos con un spray de limpieza para aire acondicionado. Espera 15-20 minutos a que el producto actúe, acláralos de forma abundante y déjalos secar antes de volverlos a introducir en su lugar.

2- Limpieza de los conductos, todo lo que debes saber

En la mayoría de casos, los conductos y las rejillas están situados en la parte superior de las paredes, por lo que te hará falta una escalera para acceder a estas partes del aparato. Retira la tapa de la rejilla, dependiendo de tu modelo, puede estar sujeta con tornillos o colocada a presión, y pasa el aspirador de una forma suave y controlada para atrapar todo el polvo posible y no dañar nada a tu paso. Para lavar las rejillas, es tan fácil como fregarlas como si fueran un plato u otro elemento de vajilla, recuerda aclarar y secarlas bien antes de volver a instalarlas. Antes de hacerlo, puedes pasar un trapo humedecido por la zona para asegurarte de que no hay moho. En ese caso, la mejor opción es contratar un servicio de limpieza profesional.

3- Cómo limpiar la unidad interior y exterior

La unidad exterior, debido a su propia etimología, está altamente expuesta a factores meteorológicos que pueden generar un enorme volumen de polvo, por lo que es fundamental revisarla al igual que el resto de partes. De la misma forma hay que ocuparse de la unidad interior, desde la bandeja de desagüe hasta la turbina, pasando por el ventilado y otros componentes que se encuentran en esta sección del sistema de climatización.

Este trabajo conlleva una complejidad mayor que en las otras partes, por lo que aquí sí se hace necesario, y hasta obligatorio, el servicio de un profesional que sepa moverse entre las particularidades más técnicas que poseen este tipo de aparatos.