Uno de los aspectos fundamentales a tratar durante una reforma de nuestro hogar o local comercial es el de cómo vamos a tratar la iluminación de cada uno de los espacios, tanto funcionales como decorativos.
Si durante la reforma vamos a manipular el techo, no te quedan excusas para pensar en cambiar la iluminación, sobre todo desde la irrupción reciente de la iluminación LED, que a parte de ofrecer un tipo de luz mucho más variada y estética, nos ofrece un ahorro energético importante.
El ahorro de las bombillas LED con respecto a las bombillas tradicionales pueden suponer un 60%, por lo tanto el primer paso debe ser optar por un tipo de iluminación LED.
¿Iluminación LED empotrada o de superficie?
Para poder contar con puntos de luz empotrada en cualquier lugar que deseemos de nuestro hogar lo ideal es contar primero con un falso techo, ya que de lo contrario, si el techo es un forjado, tendremos muchas dificultades para llevar puntos de luz donde queramos.
La iluminación LED empotrada se puede elegir sobre todo para ahorrar espacio si contamos con un techo bajo, o si estéticamente nos gusta más lo minimalista y un techo sin elementos que sobresalgan del mismo.
El problema de la iluminación LED empotrada es que nos ofrece una apertura de luz mas reducida, siendo necesario poner varios puntos de luz distribuidos para poder tener una buena iluminación. Aunque esto también puede ser una ventaja si queremos encender solo “X” puntos de luz.
A parte de la ya mencionada mayor apertura y amplitud en la iluminación, las luminarias LED de superficie nos permiten elegir diseños más complejos y variados, de diferentes colores y formas, sobre todo si queremos aplicar un estilo más rústico y tradicional con luminarias colgantes.
¿Qué tipo de iluminación pongo en cada parte?
En algunos lugares la iluminación nos exige más funcionalidad que en otros, por lo tanto, deberemos de tener en cuenta que tipo de iluminación pondremos dependiendo del uso que vayamos a dar al espacio.
Por ejemplo, si lo que queremos es resaltar algunos puntos concretos, como puede ser un cuadro en un hogar, o un mostrador de producto en un local comercial, deberemos de elegir elementos de iluminación con una apertura de menos grados que pueda focalizar toda la iluminación en un solo punto, destacando el objeto al que apunte.
La temperatura de luz, o color de luz es otro de los factores que tenemos que tener en cuenta dependiendo de la funcionalidad del rincón que queramos iluminar, por ejemplo, en lugares donde se va a ejercer una actividad que requiera una mayor claridad en la luz, como puede ser una cocina, deberemos de optar por un blanco frio.
En cambio si queremos dar una sensación más relajante como por ejemplo, un salón de un hogar, deberemos de optar por un tipo de iluminación más cálida, con un tono más amarillo.
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¿Cómo vamos a colocar los interruptores?
Cuando realizamos una instalación de iluminación, debemos de pensar como vamos a proceder al encendido y apagado de la iluminación.
Deberemos elegir bien el punto o los puntos donde colocar los interruptores, normalmente cercanos a los accesos a la habitaciones para que podamos encender al entrar y apagar al salir.
Dependiendo del número de interruptores que vamos a utilizar para un mismo sistema de iluminación, tendremos tres tipos de interruptores:Watch Full Movie Online Streaming Online and Download
Sencillo: Un solo interruptor acciona el encendido y apagado de la iluminación de dicho espacio, se suele utilizar en habitaciones pequeñas o lugares con un solo acceso.
Conmutados: Se componen de dos interruptores capaces de accionar el encendido y apagado de un mismo sistema de iluminación. Se suele instalar sobre todo en pasillos interiores de paso, donde accionamos en un sitio al entrar y apagamos en otro lugar al salir.
De cruzamiento: Se componen de tres o más interruptores y suelen ser menos habituales, si bien se utilizan en algunas estancias como por ejemplo un dormitorio de matrimonio donde tenemos un interruptor en el acceso a la misma, y dos interruptores, uno a cada lado de la cama que permiten el accionamiento de la luz por parte de cada una de las personas que duermen en dicha cama.
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