El mármol es tal vez el material más empleado para superficies en los años 90 y en estas dos décadas del siglo XXI, ya que se trata de un tipo de suelo resistente, elegante, duro y con otros muchos numerosos rasgos positivos, de manera que tanto particulares, como empresas, como entidades públicas tienen suelos de mármol por los que cada día pasan un gran número de personas.

El principal problema de los suelos de mármol es que se estropean, se van deteriorando, como es lógico, con el paso del tiempo, con las pisadas de la gente, con el rodamiento de objetos sobre ellos, con el uso general, con el peso que cargan…, de ahí que sea de vital importancia el pulido de mármol, una vez que se vea estropeado, raído, dañado y con poco esplendor.

¿Por qué es necesario el pulido de mármol?

Estéticamente el mármol es un material maravilloso, con unos tonos magníficos, con numerosos colores y formas para elegir, de manera que encaja en cualquier lugar y queda muy bello en todas las superficies en que se coloca, por eso es tan utilizado, desde luego. Sin embargo, una vez que el mármol va perdiendo esa fina capa exterior, que es la que logra que luzcan tan genial, lo cierto es que pierde sus cualidades estéticas casi al cien por cien, haciendo que se vea en mal estado, como si fuera más viejo de lo que realmente es.

El pulido de mármol es una acción que lo revitaliza y rejuvenece. ¿Cómo? Pues todo ello mediante modernas pulidoras, de forma que se consigue que sus características principales vuelvan a hacer acto de aparición, que la superficie se vea esplendorosa, brillante y mayor nitidez que nunca. Y es que el pulido es capaz de renovar totalmente la fina capa externa de los suelos de mármol, acabando con todas las imperfecciones, los defectos, los daños y demás elementos negativos (como suelen ser las grietas, los rayajos, las fisuras, las mellas…), dejando el suelo liso, fino y homogéneo sin que parezca que haya podido pasar tanto tiempo de uso en el material, siendo los resultados visibles después del pulido,  incluso en mármoles con decenas de años, totalmente satisfactorio y visible el nuevo brillo.

Ventajas de pulir el mármol

Por supuesto, el pulido de mármol tiene numerosas ventajas, como: en primer lugar, un mínimo mantenimiento adicional (ya que tras efectuar esta acción tan solo hará falta que se limpie con normalidad y regularidad), por lo que no hay que preocuparse de nada; en segundo lugar, otorga mayor resistencia al suelo, al menos durante un tiempo; y en tercer lugar, parecerá que el mármol es nuevo, que se acaba de colocar, por lo que visualmente se gana una belleza extraordinaria. Desde luego, el pulido de mármol es muy necesario en aquellas superficies que estén en un estado lamentable, que no se hayan mantenido bien y que su aspecto se vea estropeado, porque gracias a esta acción se conseguirán múltiples ventajas y beneficios.